domingo, 5 de enero de 2014

La salida de misa

Pues bien, empezando el año y estrenando blog, ¡qué emoción! Si bien ya he tenido otros anteriormente, la verdad es que no he quedado conforme con lo que he escrito. En fin, como éste más reciente se trata de un proyecto que va más allá del puro hablar a lo loco, confío en que ahora si me va a comprometer la presión de entregar resultados (risas pre-grabadas).

Siempre me ha parecido que los primeros días de enero todos nos encontramos repentinamente con ánimos de ser buenas personas y tal, hasta ganas nos dan de ir a misa y recogerle a un señor el billete que se le cayó.

Por no agregar todos los actos como de penitencia, de todo lo que nos empacamos en las fiestas de diciembre. Al menos en mi familia hasta se ve mal que te sirvas ensalada en la cena o que niegues una segunda vuelta de la rosca de reyes. Más bello aún si por el barrio las abuelitas se organizaron para rezar el rosario y mandan a los peregrinos varias tandas de tamales, chocolate caliente y pan dulce. Los dueños de los gimnasios deben disfrutar estos días posteriores de arrepentimiento.

Aunque lo hable así, me temo que no me excluyo de todos ellos. Justo voy a empezar la dieta cuando a alguien de mi familia le llega un antojo incontrolable de churros...¿y yo quién soy para decirle que no a unos churros?

Precisamente algo parecido me ocurrió hace un par de días, mis papás y yo hastiados de la casa y de los centros comerciales, decidimos ir a dar una vuelta al centro de la ciudad, para ver el nacimiento tamaño real que ponen en las plazas y la atracción de este año "el taller de santa".

Para no variar, el centro estaba retacado; cuando por fin zafados del tráfico buscamos estacionamiento la cosa no se puso más amable. Después de un rato y como de milagro, en el último rincón del último piso de un estacionamiento, encontramos lugar. Bajamos el montón de escaleras y tratando de seguir a la masa de gente que cruza los semáforos cuando les da la gana (tipo vacas en la India) llegamos a la plaza de armas.
Primero que nada, jamás había visto al centro tan mal; vendedores ambulantes, mendigos y olor a orines sinceramente opacan lo bonita que Guadalajara puede ser. No abrí este blog para quejarme del gobierno local, pero bueno, no me importa.

Luego de caminar varias cuadras nos dimos cuenta de que una fila enorme de chiquillos con sus respectivas mamás y abuelas rodeaba y atravesaba la plaza, y sí, ni más ni menos que este año se decidió tapar todas las atracciones y que la gente entrara a verlas como si de un museo se tratara. Ni siquiera mencionaré la asfixia que me dio ver a tanto niño apretujado en una pista de hielo, en la cual la mayoría solo se daba de bruces.

Mi madre, ya con el demonio dentro, por ahí de las nueve de la noche declaró que quería ir al santuario de la virgen de Guadalupe. Y ella, que nos es muy devota, nos aclaró que nomás quería un buñuelo de los de enfrente.
Fuimos pues al santuario, y me bañé de ese olor característico que tienen las fritangas de la salida de misa. Me contuve de comer también un buñuelo y me dediqué mejor a curiosear los puestos de la feria. Entre juegos mecánicos y luces de neón me dí vuelo tomando fotos para instagram.

Me detuve un momento en el puesto de canicas, con sus planchas inclinadas y agujeritos de todos tamaños para aquellos que quieran jugar.


Recuerdo que alguna vez, en unos ejercicios de probabilidad de matemáticas del cuarto año, nos pusieron en clase un ejemplo con un juego como estos. Entonces varios de mis compañeros, con sus ojitos como platos preguntaron qué cosa era aquello.
Soy de esa generación que con trabajos conoció las canicas, que se criarion con el canal 5 de niñera y tenía mochilas de "Amy, la niña de la mochila azul".
Con todo y todo me reconforta pensar que la salida de misa va a ser siempre igual, con o sin propósitos de año nuevo y niños que avienten las canicas para ganarse peluches de bob esponja, siempre habrán señoras gorditas vendiendo churros y hot dogs, y siempre habrá alguien a quien se le antoje un buñuelo para postergar la dieta un día mas.